Este artículo sugiere al profesional dental tener en cuenta diversos factores para definir los costos de su trabajo, buscando mejorar las utilidades y sosteniendo la inversión para no descuidar nunca la calidad del servicio.
Como odontólogos ya sea desde un consultorio o una clínica, tenemos el deber de brindar un servicio de calidad. La renovación de equipos, la aparición de nuevas tecnologías con sus capacitaciones pertinentes implican además un incremento en costos.
A la hora de analizar costos, los definimos, en principio, como toda erogación monetaria que realizamos diariamente en el ejercicio de la profesión.
Estos costos podemos clasificarlos como directos (insumos utilizados en cada práctica), también los llamados costos variables o indirectos (alquiler, sueldos, servicios, limpieza, markieting, impuestos, contador, etc.), también llamados costos fijos. La suma de ambos nos dará como resultado el Costo Total.
Poder separar ambos conceptos implica que se pueda determinar en un primer momento, cuánto me cuesta “levantar la persiana”. Y por otro lado cuál es el costo promedio de cada práctica realizada.
Lo que más influye en el alto costo de la odontología en la actualidad, no es el costo de los materiales que se usan en cada práctica, como ocurría hace muchos años, sino los costos definidos como Costos Indirectos.
Dentro de los costos que no implican erogaciones monetarias podemos nombrar la amortización de los equipos y/o obsolescencia; una falta o mala política de reinversión de utilidades (costo de capital inmovilizado) y también no tener definido cuál es mi core business 1. ¿Vendo consultas o vendo tratamientos?
El tema impositivo es otro de los factores a tener en cuenta. Debo tener un contador o estudio contable que planifique correctamente la ingeniería impositiva para conocer las obligaciones a cumplir con anterioridad a que ocurran y reducir así el impacto de imprevistos.
También debemos conocer o asesorarnos en término de coyuntura económica. Si bien puedo organizarme, gestionar y administrar el consultorio, una mala política económica estatal es la que puede derrumbarnos de un plumazo nuestra estructura; tales como devaluación de la moneda, restricción a las importaciones, inflación descontrolada, entre otros.
Recurriendo a un profesional idóneo podemos planificar de forma más segura y acertada nuestro negocio, para atenuar el impacto negativo de estas variables en nuestro flujo de caja.
Es de vital importancia conocer estas gestiones que, si bien no están vinculadas a los costos monetarios, hacen la diferencia en la supervivencia y evolución del negocio.
Desde el Estudio Caride sierra te invitamos a participar de nuestros cursos en los que profundizamos todos y cada una de las variables contenidas en esta nota.