La profesión de audiólogo no está muy extendida y no es quien nos ecualiza el estéreo del auto o ajusta el sonido del home theater, aunque no está tan lejos de eso. No es lo mismo que la profesión de otorrinolaringólogo.

Otrorrinos y audiólogos son profesionales que tratan afecciones relacionadas con el oído, pero realizan tareas diferentes. El otorrino es un especialista que cura, medica e interviene quirúrgicamente, las lesiones del oído. Mientras que el audiólogo corrige las alteraciones relacionadas con la audición, por medio de prótesis auditivas. 

La cuestión es que el audilogo británico Neel Raithatha, conocido en redes sociales como The Wax Whisperer (El hombre que susurraba a la cera), recibió en su consulta a un niño con una dolencia en un oído. 

Luego de realizar un examen de rutina, sospechó que había algo extraño alojado en el canal auditivo. En principio pensó que se trataba de un trozo de piel muerta, pero luego de realizar una inspección con una cámara, comprobó que había un elemento extraño: un diente de leche. 

La pieza dental estaba provocando al niño dolor e inflamación y la extrajo rápidamente con una técnica de succión.

La pregunta del millón entonces es: ¿cómo llegó un diente al canal auditivo del niño? 

Según la madre del paciente, otros niños de la guardería habrían persuadido a su hijo para colocarse objetos en sus oídos, entonces, ese diente de leche podía ser de alguno de sus compañeros.

En el link de abjao puede verse cuando la cámara define el objeto intruso, lo succiona y lo extrae del oído del niño de 3 años https://www.youtube.com/watch?v=Uoi3ohD4uxU&t=15s

Fuente: www.milenio.com / www.clarin.com / www.gacetadental.com