Nueva y mejor técnica que se utiliza en el país y que de a poco otros países de la región están adoptando en la práctica odontológica.
Las jeringas de tipo carpule son una tendencia para disminuir el dolor cuando se implanta anestesia. Este instrumental utiliza unos cartuchos cilíndricos de vidrio que se insertan en la jeringa y sus principales ventajas son que el cartucho es visible y que la aplicación se puede realizar con una mano.
Sin embargo, en este nuevo dispositivo para la aplicación de fármacos el cartucho que se inserta en la jeringa incluye además la aguja, de tal forma que el sistema es inviolable, evita la reutilización de la aguja y que eventualmente se utilicen los restos de anestesia contaminada en el cartucho en otro paciente.
Como el cartucho de fármaco trae unida la aguja, una vez activado y utilizado, es irreversible y ya no puede ser utilizado nuevamente. De esta forma, el dispositivo mantiene la seguridad operativa en la cavidad bucal y, además, preserva la bioseguridad.
El odontólogo Claudio Ouwerkerk (M.P. 23.053) desarrollador del sistema, explica que las importantes variantes con otros sistemas existentes en el mercado.
“La innovación es que ahora se presenta aguja y tubo, todo junto. Unido de una manera irreversible. Viene con un precalce de fábrica lista para inyectar. También reduce el tiempo de trabajo por parte del profesional, disminuye el riesgo por manipulación, mejora la logística de distribución del producto y los costos porque dos productos que hoy vienen por separado requieren logísticas por duplicado”, menciona Ouwerkerk entre otras ventajas de la mezcla de instrumental e insumo odontológico.
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